despertar acompasado
tiempo, lunas que han brillado
entre sueños llenos de papel
El suspiro del cerezo hecho flor
la laguna de una lámpara de papel
que sin más luz que nuestra esperanza
ilumina una noche de respuestas para todos
En sí, tiempo y espacio colorean lo efímero
para que una muestra de silencio
quede reflejada en el ruido
sin paladares que roben el sabor a los ojos
Ahora la cuenta del incendio que no llegará
cae en el diseño de aquello que pinta el futuro
para esconder a veces un pasado
que transita milagroso entre nosotros
¿Perduraremos o seremos tenues tonos de añil
cuando el refresco de las pinturas que nacen
nos definan plenamente
y el papel se niegue a interpretarnos
Ahora cantan pájaros de tinta
y florecen entre las abejas que no llegan
flores dibujadas en un mar de vientos
vientos que florecen en Japón
Hoy podemos por fin
bañarnos en la brisa de color
desdibujada en la lejanía
y llena de los perfumes sutiles
de un incienso merecido
Vientos de agua y fuego
que soplan entre espíritus que nacen fuertes
y mueren fuertes entre sonrisas y ternura
mudando la piel del mundo cortésmente
Sin más plegaria que el color
reza Japón sus tormentas
para darnos en singular armonía
un espacio en su presente intemporal