La improvisación es la base de este espectáculo en el que, con el formato del café teatro, no existen los guiones. Sus tres actores, Fran Parera, Asier Etxaniz y un perro, salen a escena sin saber qué va a ocurrir. El público, con las notas que previamente rellenarán en la entrada, será el que determine cómo se irá desencadenando la maraña del día.
De este modo, cada espectáculo es único y efímero aunque siempre hay dos ingredientes básicos: la risa y la música. La escena es bastante sencilla: una mesa y dos sillas; y a su alrededor se desarrollan todos los acontecimientos sin faltar una buena botella de vino, otro de los ejes en torno al cual se mueve esta obra de teatro sin guión.
Prensa: Ana Rocío García